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sábado, 6 de septiembre de 2014

ratas de laboratorio y ratas politicas

Tomado de: http://racionalidadltda.wordpress.com/2014/09/03/prostitutas-racionales/ Prostitutas racionales Publicado el septiembre 3, 2014 por experimentosemar • Publicado en Elección racional • Deja un comentario 758 Laura Ramírez García El escritor Tim Harford es reconocido por sus excéntricos y particulares escritos que acompaña con ejemplos de la vida real, con el objetivo de hallar en la cotidianidad conceptos económicos que tocan día a día a la sociedad en su conjunto, simplificándolos de tal manera que se tornan atractivos para el lector y no por el contrario extensos y aburridos. Un ejemplo de ello se evidencia en el primer capitulo del libro “la lógica de la vida oculta”: presentando la lógica de la vida. El tema central del capitulo es la racionalidad, el cual se aborda explicando que las personas se comportan de manera racional. No obstante, el autor aclara que no se está refiriendo al hommo economicus, en tanto que éste no comprende las emociones humanas como el amor, la amistad o la caridad, o incluso la envidia, el odio o la ira; solo, el egoísmo y la codicia. Conoce su propia mente, nunca comete errores y posee una fuerza de voluntad ilimitada. Buscando evidenciar tal racionalidad ya sea de carácter consciente o inconsciente, Harford cita una serie de ejemplos entre los cuales se encuentran: el experimento realizado por Battalio, Kagel y Carl Kogut, que demostró que el ser humano al igual que una rata inteligente teniendo que escoger entre dos productos, escogería el de cantidad más generosa aun si su precio aumenta, esto debido a que se responde tanto al presupuesto como al precio. Gracias a este experimento se resolvió un interrogante que data de 1985: ¿existen los bienes de Giffen? Un bien de Giffen es aquel de terrible necesidad para los pobres, que cuando aumenta su precio, también lo hace su demanda, porque el aumento de precios genera más pobreza y la pobreza genera más demanda. Sin embargo la verdadera trascendencia de los experimentos de Kagel y Battalio no era resolver este interrogante, sino mostrar cómo pueden tomarse decisiones racionales sin necesidad de hacer cálculos conscientes. También la teoría de la delincuencia racional de Gary Becker, a partir de la cual Levitt demostró que los chicos en las calles de Estados Unidos respondían de forma inmediata al riesgo de una condena más dura, y esa respuesta instantánea se explica solamente por la disuasión. Sus métodos eran tan convincentes que hasta pudo estimar cuanto delito podría ser impedido encarcelando a más delincuentes. Si un político quiere saber si las condenas a prisión más severas reducirán los niveles de delincuencia, descubrirá la información que necesita consultando a Becker y Levitt. Sin embargo, si un padre quiere saber si la amenaza de un castigo severo disuadirá a su hija de robar chocolate, en su decisión influirá más el conocimiento personal que tiene de su hija que el conjunto de pruebas que proceden de un trabajo de investigación económica, lo que evidencia que la elección racional es una teoría muy convincente, pero solo para algunos asuntos. Otro de sus ejemplos, y tal vez el mas polémico y atractivo de este capítulo, data de Morelia, México, donde las prostitutas y sus clientes usan condones más de la mitad de las veces. Pero eso no es suficiente, dado que una de cada seis padece de una enfermedad de transmisión sexual, por tanto las organizaciones sanitarias y de desarrollo están intentando convencerlas de usar preservativos, brindándoles mejor información y más acceso a ellos. Pese a estar informadas y a que ninguna desea contraer SIDA, los riesgos de contagio son reducidos mientras que la paga es sustancialmente alta sí cumplen con las exigencias de sus clientes. Analizando este contexto, aunque parezca extraño, la mayoría de seres humanos están rodeados de personas cuyas ocupaciones las llevan a arriesgar su vida simplemente por dinero. Es así como lejos de parecer imprudentes o estúpidas, las decisiones que toman las prostitutas mexicanas son similares a las que tomas los trabajadores en los países desarrollados que aceptan trabajos peligrosos a cambio de salarios más altos: trabajadores de la construcción, leñadores, soldados, etc. Así mirando esta cara de Morelia, debería dejarse claro que un mundo racional no es necesariamente un mundo maravilloso, en tanto, los individuos toman muchas decisiones que resultan en perjuicio de otros, un ejemplo de ello es el sexo de riesgo. Lo que busca demostrar este libro es que aunque la gente tiende a tomar decisiones inteligentes, es posible ofrecerles algunas aún mejores. En conclusión, las ratas son racionales porque pueden gastar un presupuesto con sensatez, los delincuentes juveniles son racionales porque delinquen menos cuando se enfrentan a condenas severas. Entonces la gente racional responde a estímulos, medita las consecuencias y tiene motivos comprensibles, y pese a que los economistas incluyen a menudo los beneficios o los ingresos como una de las motivaciones ocultas detrás de las acciones humanas, las metas de un ser racional no son necesariamente financieras, esas metas pueden ser dinero, pero también un coche veloz, status, sexo, realización personal, etc. Finalmente es posible afirmar que aunque no se encuentren comportamientos racionales en todas partes, la mayoría de las personas en la mayoría de situaciones son racionales. Referencias Harford, T. (2009). La lógica oculta de la vida: como la economía explica todas nuestras decisiones (p. 347). Madrid: Ediciones Temas de Hoy.

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