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domingo, 23 de noviembre de 2014

Porqué los políticos trabajarían gratis...

los políticos trabajarían 'gratis', por lo que roban...imaginen lo que invierten o pagan para llegar al poder o curul.. Tomado de: http://www.elespectador.com/noticias/politica/cada-campana-al-senado-costo-3000-millones-promedio-articulo-526853 Política 10 Nov 2014 - 3:17 pm Campañas al Senado Cada campaña al Senado costó $3.000 millones en promedio La evaluación general de campañas al Senado de la República 2014 demostró que, en promedio, cada campaña excedió en cerca de $2.200 millones los topes impuestos por el Consejo Nacional Electoral. Por: Redacción Política Hoy fue presentado el diagnóstico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria y la firma Cifras y Conceptos sobre las campañas de 776 candidatos a ocupar una curul en el Senado 2014-2018. El estudio recogió 43 entrevistas a “líderes políticos y candidatos tanto electos como no electos a las elecciones legislativas de 2014, obteniendo representación de todos los partidos políticos inscritos, así como una amplia cobertura de representantes de todas las regiones del país”. La investigación advierte que, mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) instauró un tope por partido que excede por poco los $74.000 millones, de lo que correspondería cerca de $740 millones a cada candidato si la lista es compuesta por 100 nombres, las campañas costaron en promedio cerca de $3.000 millones. De acuerdo con los datos recolectados, la más barata costó $400 millones y la más costosa fue de $12.000 millones. De acuerdo con la encuesta, el 40% de los recursos de cada campaña provenía de recursos personales y familiares, el 25% de créditos, de donaciones el 20%, de financiamiento estatal el 10% y de recursos de los partidos el 5%. En general, los recursos de campaña al Senado son distribuidos así por los candidatos: el día de las elecciones (20%), viajes (15%), materiales impresos (15%), vallas (10%), eventos (10%), apoyos a candidatos a la Cámara (9%) o a líderes locales (8%), publicidad en medios de comunicación y equipo de campaña (13%). Aunque ninguno de los encuestados aceptó haber comprado votos, el estudio identificó que un voto, sin mecanismos de fidelización, cuesta en promedio $40.000 y otro, con ‘seguro’ sobre el sufragio a favor, $125.000. Además de este diagnóstico, el estudio también hizo recomendaciones para garantizar una participación más amplia. Por ejemplo, “se propone la creación de un tribunal electoral en el que recaiga toda la responsabilidad de los procesos electorales, la aplicación del voto electrónico con un sistema mixto: se ejerce y luego se imprime para depositarlo en urna y la lista cerrada con democracia interna en los partidos políticos”.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Políticos: Ni administradores ni politicos

Tomado de: http://racionalidadltda.wordpress.com/2014/11/19/reciprocidad-indirecta-clave-en-la-evolucion-de-las-sociedades-humanas/ Reciprocidad indirecta: Clave en la evolución de las sociedades humanas Publicado el noviembre 19, 2014 por experimentosemar • Publicado en Economía del comportamiento • Deja un comentario 874 Dennisse Bautista Los seres humanos estamos dispuestos a ayudar y pedir ayuda a nuestros seres más cercanos, en especial a nuestros parientes; estos escenarios de cooperación y reciprocidad no necesitan un mayor fundamento pues son casi un orden o dinámica natural. De otra parte, si la dinámica social seguida en el mundo tuviera como base la reciprocidad directa no existirían algunos de los problemas que en la actualidad asechan al mundo, sería muy fácil y simple: dar a cada uno lo que se merece según su comportamiento. Esto no es más que una utopía pues las personas a lo largo de la vida necesariamente interactúan con otras personas a parte de su núcleo familiar y de amigos, muchas veces se crean interacciones entre extraños, como por ejemplo cuando un joven ocupa la silla de un bus y una persona mayor o una mujer embarazada ingresa y éste decide cederle su puesto. Esto más allá de ser un acto de ciudadano competente representa una decisión cooperativa que le deja un beneficio moral al joven, sin embargo, no se le puede asegurar que esa persona a la que le cedió la silla podrá retribuirle el acto cuando lo necesite debido a que es poco probable que estas dos personas vuelvan a encontrarse e interactuar. El anterior escenario de reciprocidad indirecta no requiere que las personas vuelvan a involucrarse. Este tipo de reciprocidad es una buena estrategia en tanto quien coopera está creando una imagen como miembro valioso de la comunidad y en dado caso de necesitar ayuda, habrá otras diferentes personas dispuestas a retribuirle su comportamiento o cooperación del pasado. De esta manera, parece que en la evolución de las sociedades humanas la reciprocidad indirecta constituye un paso decisivo. Un ejemplo de esto fueron las comunidades indígenas de los Muiscas, donde se sabe que el cacique, poseedor del poder, era más administrador que político: La sociedad muisca organizó su economía sobre el principio de la reciprocidad (…) La importancia que tomó el cacique para la comunidad, garantizó el desarrollo de un proceso de reciprocidad, en el que el pueblo ofrecía servicios, regalos y excedentes agrícolas al cacique. Y el cacique organizaba el trabajo agrícola comunitario de las parcelas o chagras, las obras públicas, y la construcción de viviendas. En su casa, conocida como la “casa mayor”, se preparaba chicha para todas aquellas personas que realizaban trabajos en beneficio de la comunidad, como muestra de agradecimiento. (Rodríguez, 2004, p. 184). En contraste, la edad moderna trajo consigo una desvalorización de esos principios y dejó como herencia para los días que corren “caciques” que no son ni administradores, ni políticos, sino que forman parte de un sistema enfermo en donde priman los intereses individuales sin considerar que entre la sociedad están las personas que los eligieron para que sirvieran a la comunidad en general, porque cuando se elige a un representante se hace con base en la suposición y confianza de que será alguien útil y valioso para todos, no solo para quienes directamente lo eligieron. No obstante, en la sociedad civil también recae parte de responsabilidad, algunas veces es necesario aprender a decir no, o aprender a castigar a quienes desde cualquier ámbito de la vida no actúen conforme a las normas o principios que procuran por el bienestar común. En Colombia, por ejemplo, se sabe que existe una red de burocracia extendida a lo largo y ancho del sector público y político, siempre las mismas personas rotando de puesto en puesto sin hacer lo que deberían e interactuando entre ellos con fines individuales. Mientras tanto, por fuera de esa red están las personas a quienes deberían servir, por quienes deberían trabajar y ante los cuales deberían formar una buena imagen, sobre todo los políticos. En conclusión, en el caso la reciprocidad indirecta no se espera algún tipo de retribución precisamente de la persona a la que se ayudó antes, sino de otra persona, algo así como un principio de Dad, y se os dará, haciendo lógico que la cooperación y retribución se dirijan a los miembros más valiosos de la sociedad, es decir, a aquellos que más han aportado al bien común. De esta manera, cuando alguien decide ser cooperador, el costo de su acción se compensará al incrementarse la probabilidad de ser el destinatario de una ayuda en el futuro. Una sociedad así sin duda derivaría en mejores ciudadanos y en una dinámica más favorable para todos. Bibliografía Nowak, M. & Sigmund, K. (1998). Evolution of indirect reciprocity by image scoring. Nature, (393), 573-577. Rodríguez, C. A. (2004). Identidades. Bogotá, Colombia: Grupo Editorial Norma.