Numero de visitantes

martes, 26 de agosto de 2014

La cultura de la corrupción

tomado de:http://racionalidadltda.wordpress.com/2014/08/26/la-cultura-de-la-corrupcion/ La cultura de la corrupción Publicado el agosto 26, 2014 por experimentosemar • Publicado en Regulación • Deja un comentario 743 Juan Felipe Escobar La corrupción tomada desde la concepción política es uno de los principales problemas de ejercicio público, la malversación de fondos con fines de lucro personales generan vacíos fiscales que van en contra del desarrollo del país. Esto se ve reflejado en la falta de obras públicas o la insuficiente infraestructura en los diferentes puntos de la nación, a su vez la falta de sistemas óptimos de salud o educación que son pilares en el bienestar social del estado. La percepción que tengan las personas sobre las instituciones es factor clave en el ejercicio político, esto determina en cierta medida la abstención y la decisión de voto. El IPC (índice de percepción de la corrupción) mide el punto de vista de los habitantes de determinado país frente a la corrupción, de esta manera se trata de estandarizar con fines comparativos la corrupción en los diferentes territorios. Respecto a esta medición, Colombia ocupó en el 2013 el puesto 94 en la lista de 178 países en donde el primero es el más trasparente en términos de corrupción, teniendo en cuenta que esta en su concepción cambia de país a país puesto que acciones que se pueden considerar corruptas en un país no lo son en el otro. La corrupción se da en distintas formas en los países desarrollados y subdesarrollados, en estos últimos los lazos de corrupción son más fuertes y puede ser exclusivo de ciertos grupos políticos. En Colombia la concentración del poder es evidente, esto en gran medida es fuente de corrupción, en la búsqueda y mantenimiento del poder por parte de estos grupos se hace en busca de beneficios personales, se puede dar en el deseo de los recursos públicos o el manejo de las políticas sociales y económicas para beneficio del sector al cual pertenecen. No obstante, el débil sistema de rendición de cuentas en Colombia es una facilidad que tienen los funcionarios públicos para cometer delitos, a su vez la falta de castigo al incumplimiento de las normas es un incentivo a la corrupción, puesto que el beneficio económico es alto en comparación a las penas impuestas por el sistema judicial. Por su parte el factor cultural e idiosincrásico Colombiano del atajo y el todo vale generan cierta tolerancia por parte de los ciudadanos, quienes son los primeros jueces morales de los funcionarios y políticos. El atraso social y económico que genera la corrupción es alto, visto por la falta de políticas claras en pro del desarrollo del país o el despilfarro del erario público, esto se ve evidenciado en las obras civiles que se realizan en Colombia, en donde por medio de licitaciones se manipula el sistema de elección para una empresa en particular donde esta alcanza los requisitos exigidos, los cuales pueden ser irrelevantes o insólitos. De esta manera las obras tienen que dejar dinero a toda una cadena de corrupción y clientelismo por lo cual se ve seriamente afectada la construcción y cumplimiento de la estructura. Es por esto que en Colombia abundan los llamados “elefantes blancos” donde las obras están hechas a la mitad o son deficientes en su función por lo cual es necesario una nueva inversión. De esta manera el problema de la corrupción se debe tratar desde todos los puntos, por lo que es necesario generar leyes y sistemas anticorrupción que sean eficientes en detener este fenómeno acompañado de la investigación e integración de todos los organismos que se vean envueltos en la aplicación de las normas. Los castigos deben ser fuertes para desincentivar la corrupción en las instituciones públicas, por otra parte la gestión de contratación estatal debe cumplir con rigurosos estándares donde no accedan a los puestos públicos personas que estén en los círculos de corrupción establecidos. Por otra parte la cultura acerca de la tolerancia hacia la corrupción debe ser cero, puesto que moralmente se debe condenar la malversación de los fondos públicos entendidos como un bien común, siendo este el primer instrumento social en contra de la corrupción. A su vez el ejercicio político debe hacerse de forma más consciente asumiendo la responsabilidad que conlleva la elección de los líderes sociales. Bibliografía Corrupción y pobreza; SALAMA Pierre, VALIER Jacques www.transparency.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario